La esposa del politólogo y comunicador responsabilizó directamente a Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello por la integridad y la vida de Evans, quien padece problemas de salud y permanece incomunicado.
El régimen de Nicolás Maduro detuvo este viernes al politólogo y comunicador venezolano Nicmer Evans, director del medio digital Punto de Corte, en un procedimiento calificado como irregular por su familia y por organizaciones de derechos humanos, que denuncian una posible desaparición forzada.
Según relató su esposa, Martha Cambero, agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) acudieron al domicilio de Evans, en Caracas, tras citarlo bajo el pretexto de una entrevista. La detención se produjo alrededor de las 13:40 horas, en presencia de familiares, sin orden judicial ni explicación formal sobre los motivos del procedimiento.
Desde entonces, la familia desconoce el paradero del comunicador, no ha recibido información oficial sobre su situación legal ni sobre el lugar donde permanece recluido.
Preocupación por su estado de salud
Cambero responsabilizó de manera directa al dictador Nicolás Maduro y al ministro de Interior, Diosdado Cabello, por la integridad física y la vida de Evans, quien presenta un delicado estado de salud.
De acuerdo con la denuncia pública, el periodista es hipertenso y fue sometido hace un año a una intervención quirúrgica en el sistema digestivo y biliar, lo que requiere controles médicos permanentes y tratamiento específico. La falta de información sobre su situación genera preocupación por posibles complicaciones graves.
“Pedimos que cesen estas prácticas de persecución por pensar distinto. Exigimos respeto al derecho a la vida y a los derechos humanos”, expresó Cambero en un video difundido en redes sociales.
Un procedimiento sin garantías legales
Horas antes de su detención, Evans publicó un video desde su residencia informando que una comisión del Sebin había llegado a buscarlo y que acudiría voluntariamente a la citación, pese a no conocer los motivos. En ese mensaje, advirtió que había recibido alertas previas sobre el llamado.
Ni el comunicador ni sus familiares recibieron notificación formal, cargos judiciales ni información sobre el destino posterior a la detención, lo que incrementa las alertas sobre incomunicación forzada, una práctica reiteradamente documentada en Venezuela.
Reacciones y denuncias internacionales
La detención de Evans generó reacciones inmediatas entre periodistas, colegas, organizaciones civiles y defensores de derechos humanos. El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) emitió una alerta pública exigiendo a las autoridades informar de manera inmediata sobre su paradero y garantizar sus derechos fundamentales.
El medio Punto de Corte reclamó garantías procesales, acceso a la defensa y transparencia sobre el caso, recordando que Evans ha sido objeto de hostigamiento sistemático por su labor periodística y su postura crítica frente al régimen.
Antecedentes de persecución
No se trata de un hecho aislado. En julio de 2020, Nicmer Evans fue detenido por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Cicpc, acusado de “instigación al odio”. Fue liberado un mes después tras un indulto presidencial que incluyó a periodistas, activistas y exdiputados opositores.
Desde entonces, su caso ha sido seguido por organizaciones de derechos humanos que han denunciado vigilancia, intimidación y criminalización de la prensa independiente en Venezuela.
Un nuevo golpe a la libertad de expresión
La detención de Evans se suma a una serie de acciones represivas contra periodistas y comunicadores críticos, en un contexto marcado por detenciones arbitrarias, desapariciones breves y uso del aparato de seguridad para silenciar voces disidentes, prácticas documentadas por la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ONG internacionales.
Familiares y organizaciones reiteraron el llamado a la comunidad internacional para que exija información inmediata, garantice la integridad del detenido y refuerce la vigilancia sobre la situación de la libertad de expresión y los derechos humanos en Venezuela.
Fuente: Infobae