El régimen de Nicolás Maduro advirtió que la líder opositora y reciente Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, será declarada “prófuga” si sale de Venezuela para viajar a Noruega, donde está prevista la entrega del galardón el próximo 10 de diciembre en Oslo. Así lo afirmó el fiscal general del chavismo, Tarek William Saab, en declaraciones a la agencia AFP el jueves.
La amenaza surge después de que Machado, actualmente en la clandestinidad, reiterara que continúa en territorio venezolano aunque mantiene su intención de asistir a la ceremonia del Nobel. Diversos mandatarios latinoamericanos ya confirmaron que planean acompañarla en el evento.

Saab aseguró que, debido a las investigaciones penales abiertas contra ella, abandonar el país equivaldría a una fuga. “Al estar fuera de Venezuela y tener numerosas investigaciones de carácter penal, se considera prófuga”, indicó el funcionario, quien agregó que Machado enfrenta acusaciones de “conspiración, instigación al odio, terrorismo” y de haber “llamado a invadir a Venezuela” al respaldar el despliegue militar estadounidense en el Caribe.
El fiscal también aseguró que más de “100 mercenarios” están actualmente procesados por el Ministerio Público y vinculó estas supuestas operaciones a la CIA, en línea con la narrativa del chavismo sobre planes conspirativos. “Hay decenas de mercenarios de más de 30 nacionalidades”, afirmó, acusando a Washington de coordinar acciones contra Maduro.

Mientras tanto, el presidente estadounidense Donald Trump ha sostenido que el dictador venezolano “tiene los días contados” y ha autorizado operaciones clandestinas de la CIA en Venezuela, además de desplegar el portaaviones más grande del mundo y otras unidades militares para operaciones antidrogas en el Caribe.
El contexto: un país en crisis y un liderazgo en ascenso
La advertencia del Ministerio Público ocurre apenas dos días después de que Machado difundiera su “Manifiesto de libertad”, un video de catorce minutos donde instó a los venezolanos a unirse frente a lo que considera una “tiranía”. Allí afirmó que el país atraviesa “el comienzo de una nueva etapa” centrada en la recuperación de las libertades fundamentales y en el restablecimiento de la dignidad humana.
En su mensaje, como en otras intervenciones recientes, defendió la propiedad privada, el libre mercado y la necesidad de un Estado que garantice derechos sin convertirse en un instrumento de control. Subrayó que “la propiedad no es un privilegio de una élite, es un derecho fundamental” y prometió condiciones para que la economía venezolana “triplique su tamaño en una década”.
También dejó claro que el desarrollo petrolero, gasífero y tecnológico debe estar en manos de los venezolanos y del sector privado, en un entorno de libertades que incentive el emprendimiento y la inversión. Además, vinculó la prosperidad del país con la libertad de expresión, señalando que “cuando las voces son silenciadas, la corrupción se arraiga y la justicia desaparece”.
Libertad, dignidad y un mensaje al mundo
Machado insistió en que “el pueblo hablará sin miedo a ser perseguido, a censura o a represión”, y aseguró que Venezuela se encuentra “en el umbral de una transformación sin precedentes”. Enfatizó la necesidad de reconstruir las instituciones, restablecer la transparencia y recuperar la voz ciudadana como base para un proyecto de país centrado en la democracia, los derechos humanos y la prosperidad.
Concluyó que Venezuela está cerca de volver al escenario internacional “con integridad, transparencia y responsabilidad”, con el objetivo de convertirse en “un pilar de seguridad democrática y energética en el hemisferio occidental”.
La amenaza del régimen contra Machado, sumada al incremento de tensiones militares en la región, reaviva la atención internacional sobre Venezuela en un momento de creciente presión diplomática y geopolítica.
Fuente: Infobae