Venezuela se mantiene como uno de los países con mayor cantidad de presos políticos en América Latina, junto a Cuba. A pesar de las recientes excarcelaciones pactadas con Estados Unidos, las detenciones arbitrarias y el uso sistemático del aislamiento prolongado continúan como parte de una estrategia estatal de represión y control.
Un año sin ver a su familia
El dirigente opositor Freddy Superlano, del partido Voluntad Popular, cumplió recientemente un año en prisión. Desde su detención, ocurrida tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, no ha podido comunicarse con su familia ni recibir visitas. Su esposa, Aurora de Superlano, relata que lo único que recibe como prueba de vida es la ropa sucia que semanalmente recoge del centro de reclusión El Helicoide, en Caracas.
“Cada 15 días viajo desde Barinas hasta Caracas para hacerle llegar medicinas, productos de aseo y comida. Me devuelven ropa sucia. Así sé que sigue vivo”, cuenta. “Mis hijas de 7 y 4 años me preguntan por qué su papá no aparece, por qué ha pasado un año sin verlo. Ha sido desgarrador”.
El Helicoide: centro de reclusión y tortura
Organizaciones como Foro Penal y Vente Venezuela han denunciado que al menos 16 presos políticos permanecen en aislamiento prolongado en El Helicoide. Entre ellos se encuentran exdiputados como Biaggio Pillieri y Américo De Grazia, el abogado Perkins Rocha, el exgobernador Alfredo Díaz, y varios jóvenes militantes de la campaña presidencial de Edmundo González, como Luis Palocz y Jesús Armas.
Justamente el caso de Armas ha generado reacciones internacionales. La Universidad de Stanford —donde Armas fue becario— exigió su liberación, recordando su labor como presidente de la ONG Ciudadanía Sin Límites, desde la cual impulsó proyectos de acceso al agua y mejora de servicios públicos en zonas vulnerables de Caracas.
853 presos políticos: una cifra que no disminuye
Según el último informe de Foro Penal, al cierre de julio de 2025, se contabilizan 853 presos políticos en Venezuela: 759 hombres, 94 mujeres y 46 personas en paradero desconocido. La lista incluye a ex candidatos presidenciales como Enrique Márquez, figuras públicas como Leocenis García y Noel Álvarez, activistas de derechos humanos como Javier Tarazona y Gorka Carnevalli, y periodistas como Roland Carreño y Carlos Julio Rojas.
Muchos fueron detenidos durante el período previo y posterior a las elecciones presidenciales de 2024. Solo entre enero y julio de ese año, 181 dirigentes opositores fueron arrestados bajo cargos como terrorismo y conspiración.
Excarcelaciones selectivas y nuevas detenciones
A pesar de los acuerdos firmados entre Caracas y Washington —que permitieron la liberación de 10 ciudadanos estadounidenses a cambio de la repatriación de 252 migrantes venezolanos—, el patrón represivo continúa. Aunque se han anunciado 80 excarcelaciones, Foro Penal solo ha confirmado 66 hasta el momento, mientras que más de 20 nuevas detenciones han ocurrido en las últimas semanas, según Vente Venezuela.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch han denunciado este esquema como un “patrón de puerta giratoria”. Su directora, Juanita Goebertus, advierte: “El gobierno de Nicolás Maduro libera a unos para detener a otros. No podemos aceptar estas liberaciones selectivas como avances reales en materia de derechos humanos”.
Desapariciones forzadas de corta duración
Los familiares de los detenidos denuncian desapariciones forzadas temporales, recorridos de cárcel en cárcel sin información oficial y represalias por participar en protestas. “Hicimos varios viajes sin saber dónde estaba mi hijo. Fue una angustia inmensa. Ahora sabemos que está bien, pero seguimos esperando su liberación”, cuenta una madre.
La participación en protestas, como la realizada frente a la Nunciatura Apostólica tras el regreso de los migrantes desde El Salvador, ha generado represalias: suspensión de visitas, aislamiento, y en algunos casos, traslado a centros desconocidos.
Uno de los casos más recientes es el de Albany Colmenares, secretaria política de Vente Venezuela en el estado Carabobo, quien fue detenida por cuerpos de inteligencia junto con otros activistas, como Juan Pablo Guanipa, mientras se encontraban en la clandestinidad.