El asedio a la Embajada Argentina en Caracas, bajo la custodia del Gobierno de Brasil, ha entrado en una fase crítica y alarmante. Durante 18 días consecutivos, la Embajada ha estado sin electricidad, y desde hace 15 días, carece de agua, creando condiciones inhumanas e insostenibles.
En una escalada grave, las fuerzas de seguridad del régimen han rodeado propiedades cercanas a la Embajada, cercando todo el perímetro de las instalaciones diplomáticas. Esto incluye agentes fuertemente armados de la Agencia de Inteligencia (SEBIN), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y la Unidad de Acciones Estratégicas (DAET). Sus acciones violan principios fundamentales del derecho internacional y las protecciones diplomáticas establecidas en la Convención de Viena.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a todos los aliados democráticos para condenar estas acciones ilegales y agresivas en los términos más enérgicos posibles, tal como lo expresó ayer el Secretario General de la ONU en relación a este caso. Instamos a un compromiso diplomático inmediato con las autoridades brasileñas para garantizar la protección de quienes se encuentran en la Embajada y prevenir más violaciones a la inmunidad diplomática y los derechos humanos.
Esto no solo es un ataque directo a la soberanía de una misión diplomática, sino también un peligroso precedente que amenaza la estabilidad de las normas internacionales. Su solidaridad y acción inmediata son cruciales.
David Smolansky
Campaña Presidencial ConVzla
Washington D.C.